CARTA ANÓNIMA |
23 junio 2006
Lo Primero es presentarme, no te voy a decir como me llamo puesto que entonces esto no seria una carta anónima, si te voy a decir que soy un vecino lejano, no mucho pero lo suficiente como para poder seguirte desde la ausencia de una ventana cercana, no pienses que soy un loco cualquiera o peor aun un obseso cualquiera, a mi entender no lo soy, yo me presento como admirador de lo bello y tu lo eres.
Espero que perdones mis faltas de ortografía pues pasé mas tiempo trabajando que estudiando, ahora tengo todo el tiempo del mundo pero eso ya te lo contare en otro párrafo.
Me atrevo a escribirte esta carta a modo de despedida, para darte las gracias y sobretodo por pena, por causas mayores me tengo que mudar y no podía irme sin que supieras de mi existencia y como ya he dicho, sin darte las gracias.
Es muy fácil de entender yo te lo te explico.
Hace unos años sufrí un accidente en el trabajo y quedé inmovilizado en parte, eso hizo que cambiara mi mundo por completo, me encerré en mi mismo y en el alcohol, me dejó mi novia y me encerré aun más, hasta que un día sin comerlo ni beberlo apareciste en mi vida, así como por arte de magia, o mejor dicho por arte del tabaco, vivo con mis padres y no les gusta que fume, por eso empecé a asomarme a la ventana para fumar.
Un día te vi aparecer por tu ventana, estabas guapísima y eso me llamo la atención no lo voy a negar, pero pasaron los días y empezaste a formar parte de mi rutina, eras como una telenovela diaria en esos 4 ventanales, cada día sabia la hora a la que te levantabas, cuando comías y hasta cuando te sentabas delante del ordenador, me hacia gracia tu forma de elegir la ropa que te ibas a poner ese día, primero con el pelo atado una camiseta y esos vaqueros que no faltaban casi nunca, si no te gustaba te soltabas el pelo, entonces era el momento de las gafas de sol, sacabas tu cajita y a probar unas y otras, incluso cambiabas de camiseta si no le iba bien el color a las gafas, muchas veces me daban ganas de chillar desde mi ventana, las azules! Las gafas azules! Esas son las que mejor te quedan para mi gusto.
Desde hace aproximadamente un año y poco he visto como tus horas de ordenador iban en aumento, me dio pena, prefería los días en los que no parabas ni un momento, bailecito por aquí, gimnasia por allá, esa media hora de abdominales diaria , muchas veces me pregunte cual era tu trabajo.
También en ese tiempo dejabas de fumar, me alegro por ti pero yo me he quedado sin compañera de pitillo, yo fumaba mucho y un día decidí que solo fumaría cuando tu lo hicieras, me ayudaste mucho aunque parezca una tontería, también deje de beber, prefería estar lucido y mirar mi telenovela para no perderme ningún capitulo, ¿con que me sorprenderá hoy? Siempre lo hacías.
Espero que no te haya molestado esta carta, le pedí a un amigo que te la acercara, tengo que agradecerte mucho y me entraron ganas de que el mundo supiera lo que sin darte cuenta has hecho por mí, y lo que yo gracias a ti he logrado, ahora soy una persona distinta completamente, antes de mandártela a ti intente que me la publicaran pero no ha podido ser, la mande a varios periódicos pero no se si por falta de tiempo o por falta de interés no me la han publicado, una lastima, me hubiese gustado mucho como despedida.
En mi nueva casa voy a tener Internet, si quieres saber algo de mi, abajo te dejo mi dirección, no te estoy pidiendo nada y entenderé perfectamente si no me escribes, y si lo haces para regañarme también lo entenderé, pero me gustaría saber como te va, y sobre todo sobre todo, me gustaría saber tu nombre, y el color de tus ojos, tengo buena vista pero no me llegaba para tanto, quiero dejar de escribir para no aburrirte pero me da pena, ¿que va ser de mi sin mi telenovela? Lo que será no lo se, pero lo que ha sido si.
Y me alegro enormemente de ese día en el que mis padres me hacían asomarme por primera vez a la ventana para encender ese pitillo que me uniría a esa desconocida tan espectacular.
Sin más, un beso en la mejilla de este tan agradecido.
He publicado esta carta en honor a ese vecino lejano, no soy dueña de ningún periódico para darte ese gusto pero si de un blog, el que quiera leerlo será bien recibido y tu entre ellos… estoy un poco descolocada, no se si enfadarme o alegrarme, aunque no sabes lo bien que me ha venido en este momento saber que te he ayudado (sin saberlo), por eso… para darte las gracias a mi forma… aquí tienes tu carta publicada.
Si has llegado hasta aquí leyendo… Gracias y un beso.
:: Postado por yosola | 01:46 |